La cúrcuma es conocida en todo el mundo como colorante, pero lo cierto es que se trata una especia con interesantes propiedades medicinales. 

La parte de la planta más utilizada es la de sus rizomas, es decir, el tallo que se extiende de manera subterránea antes de que aparezcan las finas raíces. Estos, se pulverizan hasta que se consigue la cúrcuma en polvo, aunque también se puede consumir rallada, aportando más sabor e intensidad del color. En su forma de polvo es el ingrediente que da su color característico al curry, así como parte de su sabor. De hecho, es uno de los grandes sustitutos del azafrán en guisos tradicionales.

Como alimento saludable, su uso está bien contemplado en los textos de la medicina ayurvédica, típica de la India, aunque también aparece en otras cercanas, como la China.

Al tratarse de un alimento con capacidad hepatoprotectora y antioxidante, esta especia es muy utilizada para proteger el hígado. De hecho, puede ayudar a eliminar las piedras de la vesícula biliar y produce un efecto antiinflamatorio. También es muy digestiva, sobre todo a la hora de procesar grasas.

Fuente: Bon Viveur